“So what we get drunk
So what we smoke weed
We're just having fun
We don't care who sees
So what we go out
That's how its supposed to be
Living young and wild and free”
Canción "young and wild and free"(fragmento) Calvin Broadus, Cameron Thomaz, Peter Gene Hernández
We're just having fun
We don't care who sees
So what we go out
That's how its supposed to be
Living young and wild and free”
Canción "young and wild and free"(fragmento) Calvin Broadus, Cameron Thomaz, Peter Gene Hernández
Únicos o especiales
Pululan afirmaciones de lo abominable de las nuevas
generaciones. Hay quienes no se han cansado de satanizar lo desconocido, al
igual que existen quienes aún les ponen atención. Cuánta razón desbordan esas
personas que, bien “argumentadas”, señalan una y otra vez en las generaciones
venideras el declive de la moral y los valores.
Y pasa que en verdad existen motivos para creer en
la catástrofe humana. Miren en cualquier plaza pública a los jóvenes, más
conectados a una pantalla que a otro ser humano; toman de otros, comen
insaciables, desechan lo que no los satisfaga in actum y abusan de los vicios
más bajos de la humanidad (Alcohol, drogas y sexo). En palabras de un gran
pensador: “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres,
devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros.”
Los jóvenes de México, 7 millones de los cuales ni
estudian, ni trabajan ¿Qué podría ser más denigrante? Personas que cuestan a
recursos a sus padres, a su localidad, a sus estados y a la economía del país
¿Quién se los permitió? Esos, son jóvenes desagradecidos, por eso (como bien
señala la última cita) esta nueva generación es el acabose.
Aunque, podría ser buen momento para mencionar que
la dichosa cita, es del filósofo Sócrates haciendo referencia a los jóvenes del
300 a.C. (Platón y Aristóteles debieron ser unos descarriados) y que por lo
tanto el “final” de las buenas costumbres, tiene mucho de haber comenzado.
Nunca se ha detenido por eso, la ética, la religión, la vestimenta, la música,
los gustos y las prioridades en la vida se han modificado.
Generaciones vienen y se van, la religión de unos
será mitología para otros. Y creo que ese devenir constante es el que causa un
repudio homogéneo hacia los nuevos. Al final, toda generación se da cuenta que
es rebasada por otra y que en su momento, sucumbirá y será olvidada tanto, como
ellos olvidó a los de antes.
Por eso queda el consuelo, para muchos, que en ellos
se represente a los últimos nobles, dignos y respetables. Imaginan que todo lo
que suceda después de ello será bazofia, blasfemia, sacrilegio e indigno. ¿Te
imaginas pertenecer a una generación tan importante?, ser un sobreviviente que
se yergue ante los nuevos como ejemplo de virtudes.
Pero cruel realidad, ninguna generación ha hecho más
o menos de lo que en sus posibilidades le permitieron. Personas importantes y
destacadas han existido y existirán en
la cronología humana, pero por ellos exaltar a toda su generación es un error.
Grandes científicos, artistas y librepensadores vivieron a la par de ocultistas, destructores y tiranos.
Pero para muchos es difícil entender eso, ellos
temen ser olvidados por que ellos mismo olvidaron y no se sienten seguros de lo
que han hecho. La humanidad actual es consecuencia inmediata del pasado cercano
y guarda, en lo profundo de su tejido, herencias intrínsecas de la historia
antigua. Pero ellos ya lo olvidaron y no creen en lo que, en su momento,
lograron y por eso lo desdeñan y se hacen ajenos; adjudican las consecuencias a
los nuevos, a los otros.
Yo por eso me señalo a mí en primer lugar y al
hacerlo, simbólicamente señalo a la humanidad entera para afirmar que, somos
únicos pero no especiales. Un complejo conjunto de realidades (genética,
geografía, etnografía, etc.), nos lleva a ser quien somos; la improbabilidad de
la duplicidad de ese conjunto nos vuelve únicos. Pero ser especial, es creer
que esas realidades nos destacan del resto y demandar por eso, una distinción.
La humanidad lleva siglos repitiendo este ciclo de
desaprobación. Un desarraigo tanto de lo que fue, como de lo que será. Yo me
cuestiono sinceramente ¿Cuánto tardaremos en darnos cuenta de lo que sucede?,
¿Cuánto tardaremos en descubrir lo parecido que somos?